El escudo está dividido en cuatro cuarteles:
Cuartel primero
Sobre esmalte de azul esfumado, que expresa la vivificante pureza del viento que orla la fertilidad de la tierra y del paisaje , asi como tambien habla de la transferencia clarificante de la historia de Turicato, el báculo y el sombrero pastorales del agustino evangelizador granadino Fray Juan Bautista de Moya, fundador por 1560. 1570 y de cuyos prodigios fue testigo el lugar. En la parte inferior de esta partición, el puente: una de las realizaciones materiales del fraile quien en 1552 vino a Michoacán con el oficio de albañil y sobresale la obra de un inmortal testimonio.
Cuartel Segundo
Resaltando el sombrero arrieril independentista y un capturado sable o espada española con la que el cuartel designa la inmortalidad presencia del guerrillero incansable Manuel Muñiz, capitán del regimiento provisional de Valladolid e hijo preclaro de este pueblo, la verdadera historia nacional lo reconoce como singular caudillo con Hidalgo y Morelos el 18 de enero de 1862. Por las anteriores razones a la cabecera municipal se le denominó "Turicato de Muñiz".
Cuartel Tercero
En hermosa y elocuente fusión con el aurífero esmalte de este cuartel, el documental diseño de las tradicionales herramientas que desde siglos fundo la esperanza y el deseo del progreso de los vecinos turicatenses, quien como serpientes conocedores y cultivadores laboriosos de sus tierras, las hicieron producir el dulce jugo de los innumerables cañaverales que circundan en la zona aquí la rueda transportadora de agua, cual ejemplo del esfuerzo conjunto para lograr el movimiento preciso del antiguo trapiche. Turicato fue abastecedor de caña de azúcar desde el siglo XVII. Este es un homenaje a las pasadas generaciones que dieron prestigio y honra a Turicato.
Cuartel Cuarto
Sobre un clarísimo azul celeste, el panorama turicatense coronado por el cerro negro para muchos mas cerro de San José o cerro de la Cruz. El paisaje de este cuartel minimiza el carácter laborioso de los habitantes celosos del cultivo de sus tierras que de la infinidad fructífera que producen.
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